Cuando estaba buscando gente de Uruguay que haya podido ver las auroras, @n.charlone fué el primero que me mandó. En el perfil de Instagram tiene la frase “Recorriendo el mundo”. Y no lo tiene al pedo, ha visitado 22 países en total. Impresionante.
Cuando fue a Islandia lamentablemente el clima no lo acompañó, pero tuvo un viaje muy épico con todo lo que le pasó.
El relato de abajo está completamente escrito por @n.charlone. Enjoy the ride! 😄
¿Por qué Islandia?
Si estás acá para ver magníficas fotos de auroras boreales… vuelve a los post de Matias Villegas o Matías Porras.
Muchos me preguntaron eso, y realmente las auroras boreales no fueron el motivo principal de mi viaje a esa isla.
Hacía tiempo venía viendo videos en YouTube de lugares como Reynisfjara Beach, Jökulsárlón, Seljalandsfoss, entre otros, y poco a poco me despertó la curiosidad por estar ahí. Sabía que de Octubre a Marzo aproximadamente, es la mejor época para ver las auroras boreales, ¡justo planeaba ir en Febrero así que iba a ser un plus!
¿Por qué en Febrero?
Sí, en febrero, pleno invierno y época de tormentas de nieve, frío, y todo lo que se pueden imaginar. Al principio sonaba divertido y hasta emocionante ver esta isla en su versión blanca. Soy de los que investiga cada paso antes de hacer un viaje, leí blogs hasta de tips para manejar en Islandia en invierno, que me salvaron de varios accidentes como quedarme atascado en una banquina (déjenme decirles que veía al menos 10 autos por día así, seguro ellos no leyeron nada)
Soy fanático del frío, así que en cuanto a las temperaturas no tendría problemas, lo que si me intrigaba era aquello que decían que el clima cambiaba constantemente, pero conté más sobre la experiencia invernal en mi post de Intriper (https://intriper.com/10-consejos-que-debes-tener-en-cuenta-antes-de-viajar-a-islandia-en-invierno/)
¿Y ahora lo que importa, qué tal estuvo la cacería de auroras?
No se si fue el destino, pero mi semana fue un caos, climáticamente hablando.
Aterrizar en el aeropuerto de Keflavik, donde apenas se veía la pista fue la primera gran experiencia.
El primer día de recorrida, comenzando camino hacia el monte Kirkjufell llega el primer inconveniente, una tormenta de nieve se estaba armando, las rutas comenzaron a cerrar, la visibilidad bajaba, el viento se sentía cada vez más. Siempre hay que chequear el estado de las rutas antes y mientras se maneja, así que al cerrar las rutas que dirigían al norte había que volver al alojamiento porque las alertas de no salir al exterior estaban por todos lados! Ese camino de vuelta al alojamiento fue muy tenso, momentos en que la visibilidad no era más de 2 metros. La tormenta llegó y hasta el día siguiente la posibilidad de ver auroras fue nula.
La historia se repite a los 3 días, tormenta de nieve, rutas cerradas, alerta de resguardo, vientos que por momentos pensaba que había un tornado. Estos fenómenos hacen que la probabilidad de ver auroras en esos días era cada vez más baja. Durante el día el clima se mantenía estable pero llegaba la noche y el cielo se cerraba. Pero como dije al comienzo, ver las auroras no era el motivo fundamental del viaje, así que eso no iba a opacar la experiencia.
Luego de dos tormentas en la misma semana, y ya por terminar el viaje, la anteúltima noche tendría una sorpresa. Esa noche el alojamiento era en una guesthouse a la que llegamos muy tarde, en el medio del campo, alejado de cualquier pueblo, el cielo estaba despejado de a ratos y la actividad de las auroras no era la óptima (Índice KP igual a 3), pero si había un día que se podían ver era ese.
Mirando para arriba, unas nubes con reflejos raros empezaron a aparecer, pero a simple vista no estaba seguro que eso realmente era una aurora. Agarré la cámara y probé de hacer una fotografía con larga exposición, y ahí aparecieron esos fogonazos verdes que vemos en las fotos, estaban ahí aunque los ojos lo vieran de manera distinta.
Fueron 5 o 10 minutos que bailaron encima, donde no sabía si preocuparme por la foto o por verlas, porque sabía que esa era la última oportunidad. ¿Se imaginan cuál fue mi decisión si no estoy poniendo fotos de auroras en este post? 😀
Islandia es uno de los países que más me ha sorprendido, por su gente, por su naturaleza, por su inestabilidad climática, porque estando ahí no logras entender que lo que estás viendo realmente exista.
Como aficionado a la fotografía me queda el sabor amargo de no haber podido fotografiar este fenómeno pero lo tomaré como una necesidad para volver, o quien sabe, empujarme a visitar otro país bien al norte buscando esa segunda chance… ¿creo que cualquiera de las dos opciones son bien tentadoras, no? 😉